Artículos y Noticias de la Carne Argentina y el campo.
La producción de carne vacuna derivada de sistemas de engorde a corral (feedlot) ha tenido una inserción significativa en la cadena de ganado y carne argentina. Evidencia de ello, es el crecimiento que muestra el registro oficial de establecimientos en los últimos 3 años: 1.196 establecimientos en 2007; 1.626 para el año 2008, y unos 1.890 establecimientos, con una producción que supera los 3,64 MM de bovinos en el 2008.
Es para destacar que el crecimiento expresado se sustenta con la implementación del sistema de compensaciones establecido por el gobierno nacional a partir del año 2007, motivo que incentivó la inscripción (para el cobro de compensaciones) de muchos establecimientos que no responden a planteos comerciales típicos, acordes al ejercicio de la actividad en forma profesional, sino que los esquemas de producción de carne se basan en la utilización de granos o ensilados entregados a los animales bajo encierres temporarios o encierres estratégicos o terminación a grano, entre otras formas.
Los establecimientos que no responden a planteos comerciales profesionalizados están contemplados por la normativa oficial existente (Resolución SENASA Nº 70/01) que los pone en igualdad de condiciones para acceder al sistema de compensaciones ideado por el Estado Nacional. Para el año 2008, estos establecimientos representaron el 52% del total de los establecimientos registrados y participaron en el 10% de los animales enviados a faena.
Asimismo, es dable mencionar que la mayor proporción de los establecimientos están ubicados en la región centro o pampeana, concordando a su vez, con la ubicación geográfica donde están instaladas las plantas de faena y los grandes centros urbanos de consumo.
A su vez, el perfil de establecimientos está conformado por dos tipos: aquellos que encierran solamente su propia hacienda y los que prestan servicios a terceros clientes que se denomina “sistema hotelería”. Esta última forma durante el 2008, tuvo una representación que alcanza el 13% del total de establecimientos e hicieron un aporte de casi el 35% de la hacienda producida bajo confinamiento.
La dinámica de la actividad muestra, que existe una capacidad de encierre máxima instalada es del orden de las 2,46 MM de cabezas (incluye la capacidad de encierre de aquellos establecimientos que responden a planteos comerciales no profesionalizados), con una eficiencia promedio del 66% de ocupación de las instalaciones y una rotación de 2,24 ciclos de encierre durante 2008.
Con estos factores analizados, todo parece indicar que estamos en presencia de una expansión potencial de la actividad, que puede alcanzar las 5 MM de cabezas (un 40% más de animales que en 2008) si se eleva el factor de rotación a 2,5 ciclos por año y la ocupación se mantiene en el orden del 80%. Ello implica preveer un aporte o inyección adicional de capital circulante sin necesidad de invertir en instalaciones, acompañado de una mayor profesionalización de la actividad.
En términos de participación sobre la faena nacional, el mayor impacto de la producción en feedlot se visualiza en aquellas categorías “livianas” de especial demanda en el mercado doméstico, superando el 36% de la faena equivalente, aunque con un menor peso relativo también se producen animales para la exportación.
La configuración de la producción y abastecimiento de carne en Argentina empieza a mostrar, por diversas causas, una integración vertical detectada que se expresa en tres formas distintas: “jurídica”, “económica” o “asiduidad en las ventas” con valores del 9%, 17% y 21% respectivamente, de la producción total de cabezas comercializadas desde feedlot durante el periodo 2008. En suma el valor alcanza a 1,65 MM sobre un total de 3,64 MM de cabezas.
Naturalmente, cuando esas cabezas totales integradas verticalmente (1,65 MM) se comparan con la faena de animales livianos a nivel nacional (7,71 MM de cabezas), ello explica que el sector industrial dispone de un 21 % de hacienda propia para abastecer la faena nacional tipo liviana.
Los principales motivos –revelados de las entrevistas realizadas a informantes clave- que
estarían motivando la integración vertical “aguas arribas” por parte de los operadores de
la industria frigorífica y/o sus usuarios, serían:
Asegurarse el abastecimiento de materia prima para su faena ante eventuales
dificultades que puedan surgir y que no permitan el normal aprovisionamiento de
hacienda.
Mantener un exiguo control de ocasionales aumentos de precios de la materia
prima.
La captación de la renta de otros eslabones de la cadena, que en determinadas
circunstancias de comercialización deben ceder.
Sumado a ello y en forma complementaria, aparecen las compensaciones estatales que alcanza una incidencia del 21%, valor logrado sobre el importe total de venta de los animales comercializados por el sector feedlot, que muestra a su vez, una significativa correlación (45%) entre los pagos mensuales realizados y los ingresos de animales sucedidos durante 2008.
El tema no es neutro para la actividad dado que, por cada animal vivo egresado de los establecimientos engordadores, se ha otorgado en promedio $241, lo que pone al Estado en un plano de socio financiero ineludible para hacer sustentable el desarrollo futuro de la actividad.
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Ver Más...Se llevó a cabo el 25 de septiembre bajo el slogan “Genética, sanidad y alimentación, las claves del éxito”. Más de 600 productores y estudiantes de la región se acercaron a la Sociedad Rural de Hasenkamp y al Establecimiento “El Rocío” donde escucharon las disertaciones de los especialistas.
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